Si había algo en que los analistas políticos y aficionados a la política norteamericana tenían en común era que, días antes de las elecciones de medio término de 2022, el partido republicano iba a tener una gigantesca “Red Wave” a tal punto de compararla con las elecciones de 2010.
En cada portal de política, la noticia no era necesariamente sobre las últimas encuestas. Por el contrario, se hablaba de cómo la administración de Joe Biden afrontaría sus últimos dos años en medio de una economía desastrosa y un congreso con mayoría republicana en ambas cámaras.
A ese mismo nivel, se hablaba de cómo candidatos cercanos a Donald Trump como Kari Lake, Tudor Dixon, Herschel Walker, entre otros, iban a hacer de estados como Arizona, Michigan y Georgia bastiones republicanos para los comicios de 2024. No obstante, tras la recepción de los primeros resultados, tanto los aficionados como los medios reaccionaron de manera escéptica a los buenos resultados que los demócratas estaban teniendo.
Después de todo, la causa principal, de la relativa buena noche para el partido de Joe Biden, fue el tema de los derechos reproductivos. Esto debido a que este asunto demostró ser clave para impulsar una “victoria” azul, y lo será de la misma manera en noviembre de 2024. Si bien es cierto que es imposible que un partido en cualquier parte del mundo gane una elección basándose en una sola temática, en esta ocasión nos vamos a centrar en cómo los derechos reproductivos llevarán a la victoria al partido demócrata.
Otra de las razones para pensar en esto se debe a la propuesta republicana. Desde que Roe v. Wade dejó de ser considerada law of the land, las propuestas del partido rojo se han basado en prohibir en casi todos sus extremos el acceso a mujeres a realizarse un aborto. Algo que no sigue las preferencias de los electores ya que, en cada elección donde los derechos reproductivos estuvieron bajo consulta, siempre ganó la opción pro-choice.
Por ejemplo, en estados como Kentucky, donde Donald Trump obtuvo la mayoría por más de 25 puntos, la opción de declarar la no existencia de un derecho al aborto perdió por 5 puntos. Caso similar, en el estado de Ohio, una ley que garantiza el acceso fue aprobada por 13 puntos, en un estado donde Trump ganó por 8 puntos. Como hemos visto, el tema de los derechos reproductivos ha tenido la capacidad de generar consensos. Razón por la cual, dejó de ser un tema partidario para convertirse en una situación de defensa de libertades.
Continuando con la observación hacia los republicanos, encontramos que el candidato republicano Donald Trump, reconoció estar “orgulloso” de ser el responsable de haber acabado con Roe v. Wade. Incluso, reiteró su postura señalando que los derechos reproductivos deberían ser decisión de cada estado, y no una decisión tomada desde DC. En base a esto, me cuestiono lo siguiente: ¿es posible que un candidato con estas posiciones pueda apelar el voto de personas moderadas? Lo dejo a cuestión del lector, sin embargo, personalmente considero que es complicado.
Por último, la campaña de Joe Biden puede aprovechar el constante cambio de opinión por parte de los republicanos sobre estema. Esto es debido, a que no se ha logrado una postura de consenso dentro de las bases del partido republicano. Un ejemplo del caos y el cambio de narrativa es el caso de Kari Lake (candidata al Senado por el estado de Arizona). Quien, luego de que la Corte Suprema de Arizona restaurara una ley de 1864, que prohíbe y condena con cinco años el aborto, declaró que la norma «iba más allá» de lo permitido. ¿Lo curioso? La actual candidata señaló hace algunos años que la medida era acertada y debería restaurarse.
Finalmente podemos concluir que los derechos reproductivos han tenido y tendrán la capacidad de llevar grandes cantidades de votantes a las urnas. Razón por la cual, quienes estén a favor de estos derechos, y en respuestas a la postura contraria al aborto de los republicanos, terminarán por votar a los demócratas. Si bien el tema de acceso al aborto ha logrado contrarrestar pérdidas electorales en el pasado, para ganar la elección de 2024 será necesario que el partido demócrata prolongue de manera asertiva el tema y evitando el desgaste.
Giacomo Zubiaur
Coordinador de Sección Norteamérica