¿Cómo va la educación en Sudamérica?

La educación en Sudamérica es un pilar fundamental para el desarrollo humano y económico de la región. Sin embargo, enfrenta una serie de desafíos que requieren atención urgente por parte de los gobiernos y la sociedad en su conjunto.

Por un lado, uno de los principales problemas es la falta de acceso equitativo a una educación de calidad. Aunque se han logrado avances en la expansión de la cobertura educativa, persisten disparidades significativas entre zonas urbanas y rurales, así como entre diferentes estratos socioeconómicos. Esto genera una brecha educativa que perpetúa la desigualdad social y limita las oportunidades de desarrollo para muchos jóvenes.

Presentaré algunos ejemplos y datos estadísticos que ilustran esta problemática. En las favelas de Río de Janeiro, en Brasil, se evidencia que las condiciones educativas son precarias. Las aulas están sobrepobladas y carecen de materiales didácticos adecuados. Al respecto, según el informe del 2019 del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), la tasa de analfabetismo en la población de 15 años o más fue del 6,6%, con una mayor prevalencia en las regiones rurales y entre los habitantes de bajos ingresos. Un estudio de la Fundação Getúlio Vargas indicó que los estudiantes de las escuelas públicas en las favelas tienen un rendimiento significativamente menor en comparación con sus pares en zonas más desarrolladas de la ciudad.

Otro ejemplo podemos encontrarlo en Argentina, donde según datos de 2019 del Ministerio de Educación de este país, la tasa de finalización de la escuela secundaria fue del 78% en las áreas urbanas de mayores ingresos, mientras que en las áreas urbanas de menores ingresos fue del 46%. Mostrando una brecha de 32 puntos porcentuales basado en la diferencia en los ingresos económicos. Un informe del Foro de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) sobre Argentina destacó que la falta de acceso a tecnologías y conectividad durante la pandemia de COVID-19 exacerbó estas desigualdades, afectando especialmente a los estudiantes de hogares más pobres. En este sentido, estos dos ejemplos reflejan cómo la falta de acceso equitativo a una educación de calidad en Sudamérica perpetúa las desigualdades y limita las oportunidades de desarrollo para muchos jóvenes.

Por otro lado, es esencial promover la inversión sostenida en educación. Los países sudamericanos deben asignar recursos adecuados para garantizar infraestructura adecuada, formación continua de docentes y acceso a tecnología educativa. La educación debe ser vista como una inversión a largo plazo que contribuye al crecimiento económico y al bienestar social. Asimismo, de acuerdo con el Banco Mundial, el gasto público en educación como porcentaje del Producto Bruto Interno (PIB) en América Latina y el Caribe fue de alrededor del 4% en 2022​. Sin embargo, se puede evidenciar diferencias notables, ya que algunos países invierten más del promedio regional, mientras que otros están por debajo. Por ende, después de la recuperación educativa pospandemia, se ha identificado una urgencia significativa en la región para aumentar la inversión y abordar las desigualdades exacerbadas por la crisis sanitaria. Según la UNESCO, uno de los desafíos más apremiantes es recuperar los niveles de aprendizaje perdidos y adaptar los sistemas educativos para ser más resilientes y equitativos​.

Asimismo, el informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) «Education at a Glance 2023», destaca que la inversión en educación no solo se centra en la educación primaria y secundaria, sino también en la educación técnica y vocacional, que es crucial para el desarrollo de habilidades y la integración en el mercado laboral​.

Otro desafío clave es la calidad de la educación. Muchos sistemas educativos en Sudamérica enfrentan demasiados problemas, como aulas sobrepobladas, infraestructura deficiente y falta de capacitación adecuada para los docentes. Estos factores impactan negativamente en el aprendizaje de los estudiantes y en la preparación para enfrentar los desafíos del siglo XXI, como la tecnología y la globalización. Además, en Sudamérica, la calidad educativa varía significativamente entre los países, y los resultados recientes de evaluaciones internacionales como el Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes (PISA) e informes de organizaciones como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la UNESCO reflejan estas diferencias.

Según el informe PISA del año 2022, se puede evidenciar que los países con mejor desempeño educativo son Chile y Uruguay. En este informe, los estudiantes chilenos mostraron un desempeño relativamente fuerte en lectura, matemáticas y ciencias​, situación distinta si se compara al caso argentino. El otro caso, como uno de los países con mejores resultados en Sudamérica, especialmente en lectura, es Uruguay. Su enfoque en la tecnología educativa y la inclusión ha sido un factor positivo en su desempeño​​.

La otra cara de la moneda son los países con menor desempeño educativo  como Perú y Brasil. Según la UNICEF, Nuestro querido Perú, a pesar de algunas mejoras, sigue enfrentando desafíos significativos en términos de calidad educativa con resultados bajos en matemáticas y ciencias. Esto, según los datos del informe de PISA, a pesar de los esfuerzos recientes para mejorar la infraestructura educativa y la formación docente​​. Asimismo, Brasil también se encuentra en la parte inferior de los rankings educativos en la región. Lo que nos muestra que las brechas en la calidad educativa son notables, y los resultados de PISA indican un desempeño bajo en todas las áreas evaluadas​.

Adicionalmente, según el Banco Interamericano del Desarrollo (IADB), entre los factores que influyen en la calidad educativa, es que varios países invierten más en educación, tanto en infraestructura como en formación docente. Lo que hace que obtengan mejores resultados. Incluso el uso de tecnologías y enfoques pedagógicos modernos puede marcar una diferencia importante en el rendimiento de los estudiantes. Además, las diferencias en acceso y calidad de la educación están fuertemente influenciadas por factores socioeconómicos, lo que afecta negativamente a los países con mayores niveles de desigualdad​.

En síntesis, la calidad de la educación en Sudamérica es un reflejo de múltiples factores, y los esfuerzos continuos para mejorarla son esenciales para el desarrollo sostenible de la región y si se quiere que los estudiantes tengan un futuro esperanzador.

Ingrid Román

Redactora de la Sección de Sudamérica
Estudiante de Derecho