Estados Unidos y las sanciones sobre
combustibles venezolanos

Las sanciones de Estados Unidos contra Venezuela se han intensificado desde la llegada de Chávez al poder en el año de 1999. Esto debido a su intento de distanciarse de EE.UU. y fortalecer el papel del Estado en la economía (Sampedro, 2023, pp. 38-40). En años más recientes, bajo el gobierno de Donald Trump, se implementó una campaña de máxima presión mediante órdenes ejecutivas para cambiar las políticas venezolanas (Montenegro, 2021, pp. 125-127).

En tal sentido, desde la perspectiva kantiana dentro de la Escuela Inglesa, estas sanciones unilaterales pueden interpretarse como un intento de promover valores cosmopolitas como la democracia liberal (Baylis et al., 2023, pp. 105-106). Sin embargo, este enfoque choca con el principio grociano de respeto a la soberanía de los Estados y su derecho a determinar su sistema político interno según sus propias identidades y valores nacionales (Baylis et al., 2023, p. 111).

Con el actual gobierno de Joe Biden se mantuvo las sanciones, pero negoció levantarlas si se cumplía el Acuerdo de Barbados de 2022 sobre elecciones justas. Para ello, mediante la reinstauración de sanciones petroleras busca presionar por la plena participación opositora y comicios transparentes según los estándares democráticos de Occidente (France 24, 2024). No obstante, desde la visión grociana, esto podría verse como una imposición de una concepción «occidentalizada» de la democracia, generando tensiones con el principio pluralista de preservar la diversidad de regímenes en el orden internacional.

Si bien estas sanciones buscan contener a un Estado revisionista, que desafía el orden regional liderado por Washington al aliarse con países rivales como Rusia y China, también suponen un desafío al pluralismo y la no intervención que son principios grocianos. De la misma forma, es importante recordar que, los problemas internos de un Estado no pueden resolverse únicamente desde el exterior. Si bien actores externos pueden ejercer presión a través de sanciones, como ocurrió con Barbados, y prometer retomarlas en caso de incumplimiento, como efectivamente ha ocurrido, los desafíos domésticos venezolanos requieren soluciones internas fundamentalmente.

En definitiva, esta persistente política de máxima presión mediante sanciones tendrá un impacto limitado para resolver los graves problemas internos de Venezuela o forzar un cambio de régimen. Esto se debe a la compensación parcial que recibirá Caracas de sus aliados extraregionales. Además, podría ser contraproducente al tensar las frágiles negociaciones con la oposición de cara a las elecciones de 2024. Por lo tanto, mi hipótesis es que esta reimposición de sanciones reflejará los crecientes costos y riesgos que enfrenta Estados Unidos en su intento por preservar su concepción hegemónica y «occidentalizada» del orden regional frente a un aliado de potencias revisionistas.

Referencias bibliográficas:

Baylis, J., Smith, S., & Owens, P. (2023). The globalization of world politics: an introduction to international relations. Oxford University Press.

France 24. (17 de abril de 2024). EE. UU. suspende alivio de sanciones petroleras a Venezuela; Maduro minimiza el impacto de la medida. France 24 News. https://www.france24.com/es/am%C3%A9rica-latina/20240417-ee-uu-suspende-el-alivio-de-sanciones-al-petr%C3%B3leo-y-gas-de-venezuela-por-incumplimientos-de-maduro

Montenegro, Y. (2021). Sanciones impuestas por Estados Unidos a Venezuela: consecuencias regionales. Revista de Relaciones Internacionales, Estrategia y Seguridad, 16(2), 121-140. https://doi.org/10.18359/ries.5916

Sampedro, A. (2022). Un breve recuento de las sanciones económicas impuestas por Estados Unidos a Venezuela. Revista Conjeturas Sociológicas, 10(28), 37–50. https://revistas.ues.edu.sv/index.php/conjsociologicas/article/view/2342/2706

Vanesa Obregón

Redactora de la Sección de Norteamérica
Estudiante de Relaciones Internacionales